lunes, 23 de febrero de 2009

De dos peluches a tres

La vida te da sorpresas, eso decía la canción, y la sorpresa que me dió en San Valentín o como le hemos bautizado a partir de este año San Valperrín, me trajo una sorpresa peluda e indefensa.

Hace poco más de un mes que estamos Albert y yo, trabajando con la Protectora de Animales de Cunit, y vamos a pasear perretes cada fin de semana y cuando tenemos un ratito libre. El caso es que el sábado de la semana pasada, decidimos regalar nuestro San Valentín, a los peludetes que tanto necesitan salir a respirar un poco de aire y estirar las patitas.

Cuando volvía con uno de los peludos, Albert me comentó que acaban de traer un perrito y que quería que lo llevásemos a casa en acogida porque era una pena que se quedara allí, yo accedí, evidentemente, y le dije que me daba igual como fuese, que se venía para casa, pero es que cuando lo ví.... Era un peluche, que te miraba con unos ojitos de no saber que hacía allí, su dueño lo acaba de abandonar y el pobre no entendía nada. Cada día que pasa sigo sin comprender como se pueden abandonar a estos seres que son capaces de darlo todo por nosotros.

Bueno pues, dicho y hecho Scott está con nosotros en casa a la espera de un adoptante y, cada día que pasa es más dificil pensar que se irá. Albert y yo tenemos el corazón "partío" porque por una parte se podía quedar en casa, pero por otra, no teníamos pensado adoptar otro perro y se nos complica bastante la situación, no sabemos que hacer si sí o si no. ¡Madre mía! qué dificil es esto... (Continuará)